Bandidos y fantasmas en un pueblo abandonado

Bueno, creo que por primera vez empezaré yo con la crónica, y así desbancaré a Ayden xD

Este fin de semana ha sido de ensueño: enredaderas alrededor de arcos góticos, bandidos acampando a sus anchas por los campos de Guadalajara, visitas a los palacios, una fantástica cena eduardiana... Pero, si algo define este fin de semana son las siguientes palabras: viviendo al límite, el rojo regencia y nuestro querido señor Félix.

Podemos decir que ha sido un fin de semana algo ajetreado. Los agentes de la autoridad nos han perseguido desde Madrid a Guadalajara, cada pequeña infracción se convirtió en sanción, la mayoría de veces injusta. ¡Pero no os asustéis! Ni la mismísima Guardia Civil pudo ahogarnos la fiesta! Aunque casi lo consigue, eso sí... eso nos pasa por empanarnos haciendo fotos en lugares donde no corresponde.

Pronto, como siempre, veréis los resultados de esta fantástica escapada anacrónica, pero yo quiero aprovechar estos momentos para hacer un gran agradecimiento a todos vosotros. A Bertie por aguantarnos a todas él sólo, que hay que tener valor y bastante buen humor. ¡Has estado genial! A la signora Camilleri por prestarnos su casa, su sonrisa, su buen humor y su saber hacer. Ha sido todo un placer conocerte. A Ryette por su risueña compañía, por su amor por Félix (nuestra nueva mascota), por descubrir tantos gustos en común y por compartir mis patadas nocturnas. Me acabo de ir y ya estoy deseando volver a verte. Y a nuestra querida Ayden, cuyo espíritu mueve a Anacrónicos allá donde se dirige. Su dulce sonrisa e ilusión hacen que pese a las adversidades todo el mundo tenga ilusión de seguir adelante. No hace falta que te diga más, pues ya sabes las ganas que tengo siempre de verte de nuevo.

Así pues, gracias a todos por esta experiencia maravillosa, al límite. Espero que tengamos oportunidad de vernos pronto.

Muchos besos desde tierras valencianas!

Estoy intrigadísima! Tanto corto de bandidos...¿Casi dormis en el cuartelillo ? Me alegra que lo hayáis pasado tan bien, tengo muchas ganas de verlo TODO!

No me digas que os multado por ir vestidas raras?!

No, por una serie de catastróficas desdichas... pero eso nos pasa por colarnos donde no debemos...

Ains, y no satisfacen realmente nuestra vena curiosona!

Yo es que no os veo con los vestidos regencia saltando una vallado... Lizz tiene razón, no cuentas mucho...
¿Y quién o qué es Félix?

¡Eso, queremos más!

Para saber quién o qué es Félix os tendréis que esperar a ver las fotos xDD... No quiero desvelar los misterios tan pronto.

Lo otro es que es tan largo de contar que no sé como expresarlo. Se lo dejo a Ayden que se le dan estas cosas mejor que a mi.

Ains, esto ha sido como poner el carmelo en los labios... ¡y después quitarlo!

Áyden, por favor, ilumina esta oscuridad de desconocimiento.

¡Está desaparecida!, ¡no nos quiere iluminar!

Pues se ha cambiado el avatar, así que ya se ha conectado desde que volvieron de grabar el corto... Por cierto, muy bonita la foto. Espero que no sea en una de esas propiedades privadísimas que casi os cuestan la libertad

(Lamento el retraso pero ayer estaba tan sentimental que no podía ni articular palabra ni escribir letra alguna).

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¡Cómo me alegra que me hayas desbancado, dulce Ariadne, y que hayas sido la 1ª en escribir la crónica! Ya no sabía cómo pedíroslo. XD

Bueno, bueno, ¡qué responsabilidad! Me dejais como la desveladora de secretos y misterios… ¡espero poder complacer a todos y que no se me olvide mucho! Aunque cuento con todas mis niñas y con el valiente caballero para que recojan todo lo que me dejo y pongan en común sus distintos puntos de vista sobre este fin de semana tan apasionante como emocionante.

Hemos vivido al límite, como dice Baskerville. El viernes aún estábamos haciendo vestidos, rematando delantales y convirtiendo las raquetas de badmington en unas de bailarina y decimonónicas con cintas color crema, todo en la mejor de las compañías y con muchas risas. Ese viernes ya nos pusieron una multa aunque sin importancia. Cambiemos de día.

I capítulo: Introducción.

El sábado nos levantamos muy tempranito y quedamos Ryette, Ariadne y yo en una parada de metro para irnos juntas hasta Atocha, para coger el tren a Guadalajara de las 9:15h. Nuestro caballero y Ellis se llevarían en el Berticoche las cestas, raquetas, arco, sombrillas y demás accesorios para que nosotras solo tuviéramos que cargar con las maletas. El caso es que estando en Atocha vamos a comprar los billetes y nos dicen que el tren que buscábamos no salía desde esa estación, sino desde Chamartín y que el regional que iba a Guadalajara desde Atocha ya había salido y que teníamos que esperar media hora. ¡Maldición!. Pues sí que empezamos bien el viaje…

De repente salimos pensando dónde desayunar y hacer tiempo y ¡oh! en los paneles informativos pone un: “Guadalajara 3 min”. Ahí nos teneis comprando los billetes en una máquina deprisa, mirándonos las tres y diciendo “¿nos la jugamos?” “¡pues venga!” y corriendo a más no poder pasillos y escaleras abajo, atropellando a la gente, llevándonos a quien fuese por delante para poder coger, casi ya en marcha, el tren saliendo de la estación. Uffffffff, ¡al límite!.

Llegamos a Guadalajara donde nos aguardaba la Signora Camilleri con su coche. Nos lleva hasta el hotelito, más mono que nada y cuyos regentes fueron un primor y de agradecer que pudiéramos meternos en las habitaciones antes de tiempo y salir más tarde de lo que debiéramos. Nos cambiamos, esperamos a Bertie y a Ellis (2ª multa de aparcamiento aunque ésta se subsanó ¡al límite!) y nos dirigimos hacia el monasterio de Bonaval, cisterciense, gótico, abandonado y divino.

Las curvas marearon a dos damitas que luego recuperaron el color y aunque nos perdimos un poco, llegamos sin más problemas. Como ya sabíamos, no pudimos llegar al mismo monasterio con los coches, así que los dejamos a la entrada de un camino para proseguir a pie.

II capítulo: el monasterio.

Entre la ropa histórica y el atrezzo hicimos que prácticamente se parara casi cualquier coche y paseante que estaba por ahí. Se nos acercó un señor muy amable diciéndonos que el monasterio hacía una semana que se le había derrumbado toda una pared y que estaba acordonado por una cinta de “No pasar”. Nos dijo igualmente que el pueblo abandonado del Vado (recordad, nuestra 1ª opción) se encontraba sumergido por las aguas porque la presa se había desbordado así que no era posible ir para allá. Se ofreció a llevarnos con su coche hasta el monasterio pero por no molestarle le dijimos que no. La Signora Camilleri cogió todo lo pesado y lo trasladó en el coche hasta nuestra base de campamento y el resto fuimos a pie disfrutando de un camino precioso.

Al llegar nos quedamos mudos. El sitio era de cuento, ¡divino! sino fuera porque, precisamente, una de las paredes se había derrumbado y estaba acordonado. Decidimos comer y montamos ahí el picnic. Mientras, muchos excursionistas se aproximaron al lugar y estuvieron haciendo fotos al monumento.

Después de almorzar decidimos ver lo que podíamos hacer y siendo un poco imprudentes, saltamos el cordón policial y nos adentramos en el monasterio. Podríamos decir que sus muros llenos de enredadera y sus crujías caídas que permitían ver el cielo tenían un extraño poder sobre nosotros que nos invitaban a pasear por su interior. Fue como una mano negra, un hechizo que nos condujo hasta la misma nave principal y hacer fotos.



Y es aquí cuando de repente salen dos hombres vestidos de verde y con cara de pocos amigos. La guardia civil. Para no repetir el desagradable episodio nos dicen que no hemos obedecido la señal de no pasar, nos toman los datos, realizan un informe y nos ponen una multa por adentrarnos en una zona privada con un vehículo. Para qué más.

Tenemos que recoger y salir ahí a toda prisa con un papelito que no nos gusta a nadie, con un disgusto del trece, con rabia, con pesar y con mucho calor (de ahí el rojo regencia, ¡nos quemamos de estar con las fuerzas de seguridad en todos los sentidos!). Pero no, no dejamos que ni por esas, nos destrozaran un día en el que habíamos puesto tanta ilusión.


III capítulo: La aventura continúa.

¿Qué creeis que hicimos entonces? ¡pues rodar uno de los dos cortos que teníamos programados!. Nos fuimos a otra iglesita perdida que no necesitaba licencia y la Signora Camilleri se vistió de jefe de los bandidos (fantástico traje, por cierto, todo entallado que me recordaba a Mark Dacascos en “El pacto de los lobos”). Bertie fue el difunto más vivo que he visto en mi vida y nosotras tres (Ryette, Ariadne y una servidora), con antifaces y pistolas, parecía que íbamos a robar en la iglesia algún valioso cáliz así vestidas. Disfrutamos también del Sr. Felix (¡por fin!), del tiro de arco y flecha y del badmington.

Ah ¿qué quién es Felix?. Pues el nuevo amor de Ryette y un fiel acompañante. Aquí os lo presento. ¿A que es mono? XD



Después de todo ello, nos marchamos a Guadalajara a dejar a Felix tranquilo (que el pobre se quedó en los huesos de ese día) y nos cambiamos el traje regencia por el eduardiano para poder ir a casa de la Signora Camilleri a jugar “el club de los martes” y para muchos, nuestra primera experiencia en el rol. ¡Fue tremendo!. Si en el estilo Imperio me había quedado muda al ver los trajes, con el atuendo de principios del s. XX no fue menor la impresión. Todos estaban fantásticos, metidos en sus papeles y dándolo todo. Increíble. Vaya desde aquí sobre todo mi agradecimiento a Ariadne, que trabajó en el proyecto como una negra y que nos ha plantado las ganas de proseguir en esto del rol.

Esa noche fue muy especial. Todos brillamos a pesar del cansancio y de las emociones del día. Por la noche, regreso al hotel y a acostar a Felix.

IV capítulo: epílogo.

El domingo nos levantamos y nos volvimos a vestir con nuestros atuendos regencia. La pobre Signora no nos pudo acompañar debido a que su señor marido estaba malito (espero que se encuentre muchísimo mejor y completamente restablecido. Beso de nuestra parte por aguantarnos en su casa). Visitamos un convento precioso y el palacio del Infantado. Un viaje por el tiempo precioso con unas fotos absolutamente increíbles que ya postearemos en flikr y en Facebook, descuidad.

En el palacio había una sala increíble, llena de pinturas al fresco en el techo y movidas por el entusiasmo, nos pusimos a bailar. Cuál sería nuestra sorpresa al saber posteriormente que los guardias de seguridad nos habían visto por las cámaras que grababan y que estaban de lo más complacidos con nuestra elegancia y naturalidad. ¡Qué vergüenza!. Palabra que pensé que nos caía otra multa.

Y bueno… a grandes líneas ése ha sido nuestro fin de semana. A tope. Al límite.

No quiero despedirme sin daros de nuevo las gracias a todos los que lo habéis hecho posible, sin deciros lo hermosas y apuestos que estábais y lo pronto que espero veros.
Os quiero.

Bueno, yo no tengo mucho más que añadir a lo ya dicho. Me lo he pasado en grande, me he reído muchísimo, me habéis dejado practicar con la fotografía (lo cual os agradezco un montón), y estoy deseando repetir algo así (sin guardia civil si es posible ).

Es una pena que no pudieran hacernos una copia de la cinta con el baile grabado.

Posteo una fotico de cómo era el monasterio por fuera, para que os hagáis una idea del lugar, con cinta de bomberos incluida.

Ainnsss! Qué guapas! Áyden, tienes razón, Mlle Ryette es de lo más fotogénica, me encanta la pose con Félix(por cierto, bonita línea de mandíbula,jajaja) Y Ariadne, a la espera de más fotos, mereció la pena tantas prisas y agobios por el regencia, ¡está genial! Pero yo quiero más detalles, por favor. Comentarios de la gente, si los vestidos aguantaron la caminata por caminos y veredas, los comentarios de la guardia civil cuando os vieron así vestidas, como supistéis que los guardas os vieron bailar, algún detalle de "el club de los martes",... Detalles, que es lo divertido.

Jo, que entusiasmo, Lorena, pareces nosotras...

La verdad es que los vestidos aguantaron bastante bien la caminata, mucho mejor que nuestras espaldas, que quedaron marcadas de "rojo regencia" (de hecho esta noche apenas he podido dormir por las quemaduras del escote de la espalda...xD). ¡Qué poco victoriano el dejarse quemar así por el sol! Lo único es que debo cambiarle el cierre a mi vestido ya que los automáticos se mostraron ineficientes cada vez que me agachaba. ¡Qué vergüenza!

Voy a explicar mejor el episodio en el palacio del Infantado, por que creo que merece la pena. Resulta que estábamos entrando y había unas salas con frescos (ya veréis las fotos) y le preguntamos al hombre que guardaba las salas si estaba permitido hacer fotografías en su interior. Nos respondió que sí mientras que no usásemos el flash. Así pues entramos en los salones y nos emocionamos bailando para hacer las fotos... y entonces llegó el de la entrada con una hoja para que nos autorizaran el uso de las imágenes... Resulta que había una cámara y el otro guardia nos había estado viendo por ella. Luego nos dijeron que habían vuelto a poner el video para vernos de nuevo. xD

Sobre el Club de los Martes queda archivado para una próxima ocasión. Todas (y todos) estábamos demasiado cansados como para centrarnos, y yo había intentado hacer más un rol en vivo que la partida, ante la insistencia de mucha gente. Así pues no salió demasiado bien, pero espero que se mejore en posteriores ocasiones.

Cuantísimo me alegro de que disfrutárais en el Palacio del Infantado, sabía que os iba a encantar. (Y me da penita no haber estado, con la de veces que me he imaginado bailando allí... para la próxima.)
Respecto a la crónica, Ayden es cronista excelente. Aplausos.
El día estuvo perfecto, a pesar de las emociones, o precisamente a causa de ellas. Después del encuentro con la benemérita, veíamos guardias por todas partes. Hubiera sido más lógico que nos pillaran vestidas de forajidas, y no de dulces niñas en camisón... Tendríais que haber visto las caras de la pareja cuando me vieron aparecer por el camino del monasterio con mi camisita y mi canesú, y mi sombrerito floreado.
Mantuvimos la compostura, pedimos perdón, nos identificamos y salimos honrosos. Una multa de aparcamiento y poco más.
Eso sí, nos faltaron horas para hacer todo lo que teníamos planeado.


(Mi maridín ya como nuevo.)

Así, así, con detalles, que son tan jugosos como las fotos, por las que esperamos impacientes.

Durante la cena en mi casa, habíamos empezado la partida mientras cenábamos, pero yo interrumpía constantemente: "Una pausa para la publicidad. A ver, ¿quiere alguien vino? ¿Más cocacola?"
Y la pobre Baskerville se quejaba: "Esto ya parece un rol de Antena 3..."

Antes de hablar acerca de todo lo anterior, querría comentar para todos los interesados que nuestro bienamado Felix tiene facebook: podemos encontrar su día a día aquí =)

¡Qué añadir?, más aun con lo parco que soy en palabras... escritas
El caso es que tras esta accidentada recreación, esta claro que no hay paraje de nuestra geografia suficientemente perdido... ;D
Bueno, así solo en susto podemos aprender alguna lección para futuros emplazamientos

Creo que he de agradecer a la Sra. Camilleri sus hospitalidad, me cuesta creer como nos apoderamos de su casa por unas horas de la noche! :$
Aunque me quede con ganas de jugar al "Club de los martes", Ariadne, cuento conque podamos añadir la actividad a un proximo encuentro ^^

Tranquilo que a la próxima os hago la partida sin más florituras... y los personajes ya los tenéis preparados

Ains, que envidia dais, pero de la sana eh? me habría encantado poder estar con vosotros, ahora sólo tengo cada vez más ganas de ver las fotos , pobre Ellis la vamos a acosar

Elvira, definitivamente un día de estos me tienes que hacer un bonete regencia!!! me encanta!!!! . Ryette, el vestido te quedó genial, tanto el color, la tela como la echura me encantan

Guapos!

Quiero fotos, ¿lo había dicho ya?

Estoy viendo las fotos y exijo repetir la excursión!! xDD

Qué envidia!! Qué pasada de sitios!!, el palacio me ha encantado, los trajes son preciosos, y vosotros estáis geniales!!

Lo dicho, hay que repetir, y esta vez aunque tenga que ir andando (mardito coche que me hizo la puñeta )

Jajajaja, sí, sí, yo me apunto a la repetición. No sabes cómo nos acordamos de ti, Raisah.

Por cierto, que aún faltan las mejores fotos.