El traje de un caballero romántico

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Imágenes de indumentaria del periodo romántico (1830-1850 aprox)

El caballero victoriano
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Los jóvenes románticos estaban atentos a lo que se llevaba en París, entre ellos, la moda era tema de conversación diaria. Las personas mayores llamaban "pisaverdes" o "lechuguinos" a los jóvenes cuya única preocupación era ir a la moda.



En la confección de los vestidos masculinos se utilizaba el cáñamo, el lino, la lana, el algodón y la seda, aunque con estas materias se fabricaban tejidos de calidad muy diversa. El algodón fue sustituyendo a la lana, sobre todo en las ciudades.

La ropa interior masculina, en concreto los calzoncillos de algodón o lino, comenzaba a ser habitual en ciertos ambientes urbanos y coexistía con el uso de pantalones interiores de lana.

El PANTALÓN sustituyó al calzón corto, el de invierno era de lana y con las perneras estrechas; el de verano de algodón o lienzo y con las perneras anchas. Los jóvenes llevaban pantalón ajustado. Los mayores sujetaban el pantalón con tirantes de tela. Estaban de moda las corbatas, los corbatines o pañuelos con varias vueltas alrededor del cuello, que se confeccionaban con muselina o tafetán para facilitar los lazos o dobles lazadas. También se utilizaban con frecuencia los alzacuellos o cuellos acartonados.

La apariencia externa no era una preocupación exclusivamente femenina; también los jóvenes utilizaban CORSÉS para realzar su figura, ungüentos, afeites y aguas de olor para la piel, se teñían el pelo y necesitaban la ayuda de un criado para vestirse.

Las CAMISAS eran de algodón o de lino - la lana no gustaba a los jóvenes- y se llevaban ajustadas al cuerpo. La CORBATA, prenda romántica por excelencia, era un complemento indispensable. Estaban de moda las corbatas, corbatines o pañuelos con varias vueltas alrededor del cuello, que se confeccionaban con muselina o tafetán para facilitar los lazos o dobles lazadas. También se utilizaban con frecuencia los alzacuellos o cuellos acartonados.

Por otro lado, se introdujo el uso del CHALECO. Unas veces se llevaba abotonado hasta el cuello, tras desabrochado para lucir la corbata. la botonadura, los dijes y cadenas adornaban la pechera. Los colores del chaleco eran alegres y vistosos entre los jóvenes y se combinaban con el resto de las prendas. Completaba el vestuario el FRAC, prenda introducida en la época napoleónica y cuyo uso se generalizó durante la primera mitad del siglo, así como la levita. El frac y la levita de los jóvenes podían ser de tonos verde pistacho, azul turquí o gris claro, mientras que los tonos oscuros imperaban en el vestuario de los mayores.



Las MEDIAS, llamadas medias enteras, llegaban a la rodilla y se sujetaban por medio de ligas. Los CALCETINES - de reciente implantación- eran de algodón, seda, lana, lino o cáñamo y en tonos oscuros Se calzaban borceguíes, botines o botas, según los gustos. Los ZAPATOS eran de cuerpo, con un tacón discreto que nada tenia que ver con los del siglo anterior y estaban fabricados con una piel blanda adaptable al pie. Como novedad en el calzado, hay que señalar la introducción de los chanclos y los zapatos o borceguíes de goma elástica.

Las PRENDAS DE ABRIGO para el invierno son el "paletó" y el "sobretodo", el "redingote" (de influencia inglesa, de mangas ajustadas, entallado y de poca vuelo), el "carric" (muy holgado y con una o varias esclavinas) y la capa, aunque la más popular es el gabán. El SOMBRERO es, sin duda, indispensable en la indumentaria masculina. A lo largo de los años, el sombrero de copa evoluciona: una temporada se lleva la copa alta; otras adquiere formas redondeadas y alguna vez la moda ordena rebajar su altura. Otros complementos de la vestimenta masculina son los guantes, el reloj de bolsillo y el bastón.  



Para estar al corriente de la evolución de la moda, había que comprar algún figurín. Nadie quería hacer el ridículo en el paseo, salir con frac, los caballeros, cuando ya se estaba implantando la levita, o las señoras llevar sombrero con pluma cuando se había impuesto la capota.

Fuente: Texto extraído de "Así vivían en la España del Romanticismo" de Carlos Franco de Espés. Anaya Editorial

Cada momento requiere ir vestido adecuadamente. Hay un VESTIDO DE VIAJE compuesto de levitín y casquete en los caballeros y chal y sombrerito en las señoras. Hay uno de "ANDAR POR CASA", en zapatillas de terciopelo y con bonete. Hay también un VESTIDO DE CEREMONIA o de etiqueta, donde el frac y el pantalón, de color negro y de elegante corte, se combina con camisa, corbata de doble lazada, chaleco, guantes blancos y zapatos de charol. El vestido deja entrever la posición social.

El joven romántico "engagé" se vestía con un pantalón ajustado, levita cerrada hasta el cuello y pañuelo negro revoltosamente anudado a la garganta. Llevaba el cabello largo, despeinado, patillas, bigote y barba.



El abogado maduro y el médico establecido vestían gravemente, como correspondía a su profesión. Lo mismo que el sacerdote con su negra sotana, el manteo y el sombrero de teja.

Mantener las apariencias y vestir a la moda costaba dinero, a veces más del que se podía disponer en ese momento. Se recurría entonces a las ropavejerías y a los montes de piedad. Las ropavejerías eran tiendas donde se vendía y comprada ropa usada. La necesidad obligaba a vender al chalán abrigos, vestidos, sombreros o ropa blanca. En estas tiendas se vestían muchas personas. Los montes de piedad, o casas de empeño, eran una institución visitada econ cierta frecuencia por los vergonzantes. Estos establecimientos prestaban dinero y aceptaban en prenda joyas o ropa usada. La criada de confianza era la encargada de ir "al monte". El problema era transformar de nuevo "la papeleta", rescatar la joya antes de que transcurriera el tiempo de empeño. Los montes de piedad admitían también colchones.




Fuente: Texto extraído de "Así vivían en la España del Romanticismo" de Carlos Franco de Espés. Anaya Editorial

Me asalta la duda de saber como se vestía un caballero en un paseo y como lo hacía en una cena o baile de etiqueta. Supongo que para el paseo sería más correcto el uso de la levita y el frac para la noche. La duda me viene al contemplar figurines de la época en la que aparecen en la misma escena hombres ataviados de diferente forma. Vamos, que estoy hecho un lío.

Puffff, buena pregunta, Don José. En mi opinión, la diferencia está en las chaquetas. Las de paseo van cruzadas y pueden ser de diferentes colores.



Sin embargo, la etiqueta del traje de gala o noche es la de un frac sobrio y negro.





Tal vez Lizz, que es más entendida, pueda sacarnos de dudas.

Y sobre todo fue la época en cual los hombres utilizaron mas el corsé.

Ok! Tomo nota.

Indagando por la red pongo éste enlace:

http://traslospasosdebeaubrummell.blogspot.com.es/2015/08/este-ano-me-estoy-dedicando-realizar-un.html

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