Londres victoriano
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Londres Victoriano
Londres fue durante el siglo XIX, la ciudad más importante de Europa, el centro económico, político y social dónde congeniaban además los más importantes adelantos. Era, sin duda, el ejemplo a seguir, la Gran Urbe que toda ciudad europea quería llegar a ser. Era con sus luces y sus sombras el gran ejemplo de desarrollo de ciudad campesina de un millón de habitantes en 1801 a la gran urbe industrializada de 1910 que superaba los cuatro millones y medio de habitantes.
Es además, la gran ciudad de los contrastes, allí dónde podemos encontrar el mayor lujo y a la vez las más paupérrimas condiciones de vida, desde el oropel y el lujo de Mayfair a los bajos fondos de Whitechapel. La gran ciudad del vicio pero, al mismo tiempo cuna de gran cantidad de movimientos religiosos de tintes caritativos.
En este apartado, iremos estudiando poco a poco esta gran ciudad a través de sus barrios y sus parques, sus edificios y sus teatros… a través de todo aquello que la convirtió en el ombligo del mundo decimonónico.
Es además, la gran ciudad de los contrastes, allí dónde podemos encontrar el mayor lujo y a la vez las más paupérrimas condiciones de vida, desde el oropel y el lujo de Mayfair a los bajos fondos de Whitechapel. La gran ciudad del vicio pero, al mismo tiempo cuna de gran cantidad de movimientos religiosos de tintes caritativos.
En este apartado, iremos estudiando poco a poco esta gran ciudad a través de sus barrios y sus parques, sus edificios y sus teatros… a través de todo aquello que la convirtió en el ombligo del mundo decimonónico.
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Re: Londres victoriano
THE CITY (Primera Parte)
No representa ni la centésima pare de la superficie Londinense y sus límites son difíciles de determinar con exactitud aún así, se podría decir que su límite meridional es el codo septentrional del Támesis, el límite Norte lo marca la London Wall que sigue aproximadamente las murallas de Londinum, la antigua ciudad romana. Al este el antiguo Temple-Bar y la Torre de Londres marca su extremidad más oriental.
Se trata de un territorio que apenas ha variado desde 1550 y que cubre escasamente una milla cuadrada. Es además feudo de comerciantes que desde la Edad Media han hecho valer su independencia incluso frente al poder real.
A finales del Siglo XIX conserva tanto sus tradiciones arcaicas como su autonomía administrativa. Mantiene además su propia policía, sus dos sheriffs, sus propiedades (entre las cuales destaca la ciudad de Londonberry en Irlanda), un derecho de jurisdicción civil exclusivo sobre su territorio, atribución de rentas especiales sobre el carbón y el vino y el monopolio de determinadas actividades comerciales entre otros.
El órgano administrativo que rige la City es un consejo comunal de 200 miembros, elegidos a través de complejos principios pero eminentemente censitarios. En este consejo no pueden tomar parte los aprendices pero si los hombres de negocios foráneos, previo pago de una tasa especial.
La administración estaba garantizada por un tribunal de magistrados municipales (o aldermen), elegidos de carácter vitalicio por los propietarios o caseros que pagaban el impuesto inmobiliario. Estos magistrados lucían un característico birrete de terciopelo negro de doble visera. De entre ellos se elige al Lord-alcalde, cuyas funciones duran un año.
El Lord- Alcalde presta juramento ante la Corona el 8 de Noviembre, esa misma noche ofrece un gran banquete en el Guildhall (el ayuntamiento). Al día siguiente da comienzo su labor. Goza de numerosos privilegios honoríficos y de generosos gastos de representación. Habita en la Mansión House un palacete que, según cuentan, fue edificado sobre el antiguo foro Romano.
No representa ni la centésima pare de la superficie Londinense y sus límites son difíciles de determinar con exactitud aún así, se podría decir que su límite meridional es el codo septentrional del Támesis, el límite Norte lo marca la London Wall que sigue aproximadamente las murallas de Londinum, la antigua ciudad romana. Al este el antiguo Temple-Bar y la Torre de Londres marca su extremidad más oriental.
Se trata de un territorio que apenas ha variado desde 1550 y que cubre escasamente una milla cuadrada. Es además feudo de comerciantes que desde la Edad Media han hecho valer su independencia incluso frente al poder real.
A finales del Siglo XIX conserva tanto sus tradiciones arcaicas como su autonomía administrativa. Mantiene además su propia policía, sus dos sheriffs, sus propiedades (entre las cuales destaca la ciudad de Londonberry en Irlanda), un derecho de jurisdicción civil exclusivo sobre su territorio, atribución de rentas especiales sobre el carbón y el vino y el monopolio de determinadas actividades comerciales entre otros.
El órgano administrativo que rige la City es un consejo comunal de 200 miembros, elegidos a través de complejos principios pero eminentemente censitarios. En este consejo no pueden tomar parte los aprendices pero si los hombres de negocios foráneos, previo pago de una tasa especial.
La administración estaba garantizada por un tribunal de magistrados municipales (o aldermen), elegidos de carácter vitalicio por los propietarios o caseros que pagaban el impuesto inmobiliario. Estos magistrados lucían un característico birrete de terciopelo negro de doble visera. De entre ellos se elige al Lord-alcalde, cuyas funciones duran un año.
El Lord- Alcalde presta juramento ante la Corona el 8 de Noviembre, esa misma noche ofrece un gran banquete en el Guildhall (el ayuntamiento). Al día siguiente da comienzo su labor. Goza de numerosos privilegios honoríficos y de generosos gastos de representación. Habita en la Mansión House un palacete que, según cuentan, fue edificado sobre el antiguo foro Romano.
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Londres victoriano
THE CITY (Segunda Parte)
En la base de este sistema se encuentran las antiguas corporaciones o gremios, cómo las de los tratantes de seda, los especieros, los orfebres y demás que tenían establecida su base en esta zona de la ciudad.
Sólo se podía acceder a ellos por herencia o bien comprando un privilegio que sólo concedía la municipalidad.
Sin embargo, en el siglo XIX, estos gremios aceptan en sus filas a personas que ya no ejercen la profesión o que destacan como personajes importantes. Cómo por ejemplo Joseph Chamberlain (ministro partidario del imperialismo) fue miembro de la corporación de zapateros.
Estas corporaciones son las que eligen al Lord-Alcalde, sin embargo la tradición obliga a elegir al magistrado más antiguo.
De todas formas, la mayoría de ellos tan sólo se dedican a mantener fielmente las antiguas tradiciones y a organizar fiestas en sus hogares.
La City es además el barrio de los grandes negocios. A través de los censos se puede observar que poco a poco se va despoblando de habitantes (en 1861 habitaban en este barrio más de 110.000 personas mientras que a finales de siglo no llegaban a los 20.000). Los acaudalados banqueros prefieren trasladar sus hogares a barrios más elegantes como Mayfair o Belgravia, o simplemente trasladarse al campo; sus empleados, por su parte, se ven obligados a trasladarse a los suburbios dónde los alquileres son más baratos.
En la City el terreno es tan caro que la mayoría de los edificios se transforman en oficinas o almacenes.
Es por lo tanto un barrio dedicado única y exclusivamente al negocio que hierve de actividad durante el día y duerme deshabitado por la noche.
Esa actividad suele comenzar entre las 8 y las 9 de la mañana, momento en el que la gente comienza a llegar ya sea por ómnibus, en el ferrocarril subterráneo (mucho más barato ya que se habían comenzado a utilizar los “season-tickets”, parecidos a los bonos, sobre todo a las tarjetas naranjas francesas, de transporte actuales y con una validez de 3 a 6 meses), en sus propios vehículos o simplemente caminando. Se estima que en 1881 entraban en la City en una sola jornada 796.563 peatones y 71.893 vehículos.
Por las tardes, entre las cuatro y las cinco de la tarde el movimiento comenzaba a disminuir hasta que el momento en el sólo se encontraban por las calles guardas de seguridad y curas.
En la base de este sistema se encuentran las antiguas corporaciones o gremios, cómo las de los tratantes de seda, los especieros, los orfebres y demás que tenían establecida su base en esta zona de la ciudad.
Sólo se podía acceder a ellos por herencia o bien comprando un privilegio que sólo concedía la municipalidad.
Sin embargo, en el siglo XIX, estos gremios aceptan en sus filas a personas que ya no ejercen la profesión o que destacan como personajes importantes. Cómo por ejemplo Joseph Chamberlain (ministro partidario del imperialismo) fue miembro de la corporación de zapateros.
Estas corporaciones son las que eligen al Lord-Alcalde, sin embargo la tradición obliga a elegir al magistrado más antiguo.
De todas formas, la mayoría de ellos tan sólo se dedican a mantener fielmente las antiguas tradiciones y a organizar fiestas en sus hogares.
La City es además el barrio de los grandes negocios. A través de los censos se puede observar que poco a poco se va despoblando de habitantes (en 1861 habitaban en este barrio más de 110.000 personas mientras que a finales de siglo no llegaban a los 20.000). Los acaudalados banqueros prefieren trasladar sus hogares a barrios más elegantes como Mayfair o Belgravia, o simplemente trasladarse al campo; sus empleados, por su parte, se ven obligados a trasladarse a los suburbios dónde los alquileres son más baratos.
En la City el terreno es tan caro que la mayoría de los edificios se transforman en oficinas o almacenes.
Es por lo tanto un barrio dedicado única y exclusivamente al negocio que hierve de actividad durante el día y duerme deshabitado por la noche.
Esa actividad suele comenzar entre las 8 y las 9 de la mañana, momento en el que la gente comienza a llegar ya sea por ómnibus, en el ferrocarril subterráneo (mucho más barato ya que se habían comenzado a utilizar los “season-tickets”, parecidos a los bonos, sobre todo a las tarjetas naranjas francesas, de transporte actuales y con una validez de 3 a 6 meses), en sus propios vehículos o simplemente caminando. Se estima que en 1881 entraban en la City en una sola jornada 796.563 peatones y 71.893 vehículos.
Por las tardes, entre las cuatro y las cinco de la tarde el movimiento comenzaba a disminuir hasta que el momento en el sólo se encontraban por las calles guardas de seguridad y curas.
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Re: Londres victoriano
THE CITY (Tercera Parte)
Desde la Edad Media y gracias a la influencia de los Gremios se tendió a ubicar los diferentes negocios en partes concretas de las ciudades, creándose así las calles de los zapateros, los hilanderos, los orfebres… Así en el Londres decimonónico observamos cómo estos patrones se siguen manteniendo; cómo ejemplo de ello vemos que las librerías se encuentran en los alrededores de St. Paul, las joyerías en la zona de Cheapside, así cómo los comercios de bisutería, los relojeros y los talabarteros, en Fleet Street encontramos por su parte la mayor aglomeración de sedes de periódicos mientras que Lombard Street destaca cómo el barrio de los bancos, el centro económico del mundo en realidad.
Sin embargo la supremacía económica de la City no habría podido ser tal si Londres no hubiera sido, cómo fue un gran puerto comercial. Los docks como eje de la economía londinense y, situados en el umbral de la City, son obra de principios del siglo XIX; estaban delimitados por zonas, al igual que las “calles” de los gremios, así en el vulgarmente denominado “Cementerio de Elefantes” encontrábamos marfil, o en la Zona de Santa Catalina, bajo el puente de la Torre, podíamos encontrar la zona del té .
De esta forma, y por cercanía se crearon en la City los denominados “Exchanges”, sociedades de acciones que tenían por objeto asegurar el funcionamiento de los mercados internacionales de los principales productos. Estas asociaciones eran las propietarias de los lugares en los que se instalaban los mercados además de, suministrar información a los comerciantes, ejercer cómo árbitro en sus diferencias y normalizar las transacciones.
Ejemplo de ello son la Wool Exchange, encargada del comercio de la lana, la Corn Exchange, del comercio del grano o la Baltic Exchange que se encargaba a su vez del mercado internacional de fletes (o la London Shipping Exchange surgida en 1892 y gran competidora de la Baltic Exchange).
Sin embargo la supremacía económica de la City no habría podido ser tal si Londres no hubiera sido, cómo fue un gran puerto comercial. Los docks como eje de la economía londinense y, situados en el umbral de la City, son obra de principios del siglo XIX; estaban delimitados por zonas, al igual que las “calles” de los gremios, así en el vulgarmente denominado “Cementerio de Elefantes” encontrábamos marfil, o en la Zona de Santa Catalina, bajo el puente de la Torre, podíamos encontrar la zona del té .
De esta forma, y por cercanía se crearon en la City los denominados “Exchanges”, sociedades de acciones que tenían por objeto asegurar el funcionamiento de los mercados internacionales de los principales productos. Estas asociaciones eran las propietarias de los lugares en los que se instalaban los mercados además de, suministrar información a los comerciantes, ejercer cómo árbitro en sus diferencias y normalizar las transacciones.
Ejemplo de ello son la Wool Exchange, encargada del comercio de la lana, la Corn Exchange, del comercio del grano o la Baltic Exchange que se encargaba a su vez del mercado internacional de fletes (o la London Shipping Exchange surgida en 1892 y gran competidora de la Baltic Exchange).
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Re: Londres victoriano
THE CITY (Cuarta Parte)
THE ROYAL EXCHANGE
Es la bolsa de comercio de Londres, el gran punto de encuentro de todos los comerciantes de la City.
Ubicada en un enorme edificio de piedra construido entre 1842 y 1844 en el mismo lugar que la “Bolsa de Comercio” que había fundado Thomas Gresham, hijo del Lord-Alcalde.
Cabe destacar de entre las compañías que tenían aquí sus oficinas a la Lloyd´s, ubicada en el extremo más oriental de edificio,y centro internacional de todo lo relacionado con la navegación, el comercio y los seguros marítimos; ocupa un total de tres salas, la primera de ellas dedicada a los seguros, la siguiente a los hombres de negocios y la última a las Grandes Rutas. Esta compañía tiene agentes en todos los puertos del mundo por lo que siempre se la consideró como la mejor informada, es más, son ellos los encargados de enviar la información pertinente a todos los periódicos Londinenses, entre ella la Lloyd´s List, que comunicaba el nombre de todos los barcos arribados a puerto y que veía la luz todos los Domingos.
La City es también la sede de todos los grandes mercados internacionales del dinero. Y, como tal, tiene un sistema bancario mucho más denso, complejo y especializado que el resto del mundo. Así encontramos los “Merchant Banks” que, al aceptar letras de cambio giradas sobre ellos mismos alimentaban el crédito internacional, las “Discount Houses” y los bancos comerciales propiamente dichos o bancos de depósitos.
Estos bancos podían ser de carácter privado (generalmente los más antiguos, la mayoría fundados en el siglo XVIII)o, bancos por acciones (Joint Stock-bank entre los que destacan el Llolyd´s Bank y el Midland Bank) que, tendieron a absorber a los primeros. Pero, en un intento de hacerles frente se fusionaron en 1896 formando el Barclays Bank que, ya desde su fundación, se convirtió en el quinto más potente del país.
Este banco está en manos de las familias fundadoras, ligadas entre sí por estrechas líneas parentales y por su antigua pertenencia a la secta cuáquera.
A parte de estos, podemos encontrar también en la City representaciones de bancos extranjeros como, el Crédit Lyonnais, desde 1870, momento en el que se instaló en un apartamento de tren habitaciones en un quinto piso pero pronto se trasladan al 39 de Lombard Street. También en 1870 llegó a Londres el Deutsche Bank, y en los decenios siguientes todos los grandes bancos mundiales.
La mayoría de estos bancos están ubicados en edificios de tipo monumental.
El gran desarrollo que alcanzó el sistema bancario británico provocó ciertos cambios en los hábitos de la gente, de esta forma pagar con cheque se convierte en algo habitual y signo de prestigio. Un tendero londinense decía “Un hombre es aquel que viene a comprar mis mercancías y que paga en dinero contante y sonante; el Gentleman es aquel a quien doy crédito y que me liquida todos los meses con un talón que ha de hacerse efectivo en su banco. Tener un banquero es signo de respetabilidad…”
Esos bancos de los que habla terminaron estableciéndose en Lombard Street, Post Office Court y Bankers Clearing House, siendo el más importante de todos ellos el Banco de Inglaterra.
En realidad este Banco de Inglaterra es la clave de todo el sistema bancario británico.
Ubicado en Threadneedle Street desde su fundación en 1694 poco a poco fue haciéndose con las parcelas adyacentes hasta conformar un conjunto de edificios de diferentes épocas y estilos y que, se extendía por más de 16.000 metros cuadros. A finales del siglo XIX empleaba a más de 900 personas.
Dirigido por un Consejo de 24 directores (hombres de negocios experimentados elegidos por los accionistas) entre los que destacaban el Gobernador y Subgobernador. Se trata, además de un establecimiento privado totalmente independiente del gobierno, a pesar de que participe en la recomendación de los impuestos y garantice el servicio de deuda pública.
El Consejo de directores se reúne todos los jueves a las 11.30 y sus decisiones marcan el funcionamiento del sistema monetario internacional del patrón oro (Gold Standard). Ejerce además una importante presión sobre las plazas financieras del mundo e influye en el movimiento de capitales a corto plazo, a través de la tasa de descuento (Bank Rate).
El patrón oro se media en base a libras esterlinas es decir, que en épocas normales (momentos en los que el Banco de Inglaterra no eleva la Tasa de Descuento) la onza de oro se corresponde a 3,17 libras con 19 p.
Por ello, la City se convierte en la sede del mayor mercado mundial de oro. Un mercado de gran fortaleza en el que los principales vendedores son las Sociedades Mineras productoras, especialmente las que operan en África del Sur.
THE ROYAL EXCHANGE
Es la bolsa de comercio de Londres, el gran punto de encuentro de todos los comerciantes de la City.
Ubicada en un enorme edificio de piedra construido entre 1842 y 1844 en el mismo lugar que la “Bolsa de Comercio” que había fundado Thomas Gresham, hijo del Lord-Alcalde.
Cabe destacar de entre las compañías que tenían aquí sus oficinas a la Lloyd´s, ubicada en el extremo más oriental de edificio,y centro internacional de todo lo relacionado con la navegación, el comercio y los seguros marítimos; ocupa un total de tres salas, la primera de ellas dedicada a los seguros, la siguiente a los hombres de negocios y la última a las Grandes Rutas. Esta compañía tiene agentes en todos los puertos del mundo por lo que siempre se la consideró como la mejor informada, es más, son ellos los encargados de enviar la información pertinente a todos los periódicos Londinenses, entre ella la Lloyd´s List, que comunicaba el nombre de todos los barcos arribados a puerto y que veía la luz todos los Domingos.
La City es también la sede de todos los grandes mercados internacionales del dinero. Y, como tal, tiene un sistema bancario mucho más denso, complejo y especializado que el resto del mundo. Así encontramos los “Merchant Banks” que, al aceptar letras de cambio giradas sobre ellos mismos alimentaban el crédito internacional, las “Discount Houses” y los bancos comerciales propiamente dichos o bancos de depósitos.
Estos bancos podían ser de carácter privado (generalmente los más antiguos, la mayoría fundados en el siglo XVIII)o, bancos por acciones (Joint Stock-bank entre los que destacan el Llolyd´s Bank y el Midland Bank) que, tendieron a absorber a los primeros. Pero, en un intento de hacerles frente se fusionaron en 1896 formando el Barclays Bank que, ya desde su fundación, se convirtió en el quinto más potente del país.
Este banco está en manos de las familias fundadoras, ligadas entre sí por estrechas líneas parentales y por su antigua pertenencia a la secta cuáquera.
A parte de estos, podemos encontrar también en la City representaciones de bancos extranjeros como, el Crédit Lyonnais, desde 1870, momento en el que se instaló en un apartamento de tren habitaciones en un quinto piso pero pronto se trasladan al 39 de Lombard Street. También en 1870 llegó a Londres el Deutsche Bank, y en los decenios siguientes todos los grandes bancos mundiales.
La mayoría de estos bancos están ubicados en edificios de tipo monumental.
El gran desarrollo que alcanzó el sistema bancario británico provocó ciertos cambios en los hábitos de la gente, de esta forma pagar con cheque se convierte en algo habitual y signo de prestigio. Un tendero londinense decía “Un hombre es aquel que viene a comprar mis mercancías y que paga en dinero contante y sonante; el Gentleman es aquel a quien doy crédito y que me liquida todos los meses con un talón que ha de hacerse efectivo en su banco. Tener un banquero es signo de respetabilidad…”
Esos bancos de los que habla terminaron estableciéndose en Lombard Street, Post Office Court y Bankers Clearing House, siendo el más importante de todos ellos el Banco de Inglaterra.
En realidad este Banco de Inglaterra es la clave de todo el sistema bancario británico.
Ubicado en Threadneedle Street desde su fundación en 1694 poco a poco fue haciéndose con las parcelas adyacentes hasta conformar un conjunto de edificios de diferentes épocas y estilos y que, se extendía por más de 16.000 metros cuadros. A finales del siglo XIX empleaba a más de 900 personas.
Dirigido por un Consejo de 24 directores (hombres de negocios experimentados elegidos por los accionistas) entre los que destacaban el Gobernador y Subgobernador. Se trata, además de un establecimiento privado totalmente independiente del gobierno, a pesar de que participe en la recomendación de los impuestos y garantice el servicio de deuda pública.
El Consejo de directores se reúne todos los jueves a las 11.30 y sus decisiones marcan el funcionamiento del sistema monetario internacional del patrón oro (Gold Standard). Ejerce además una importante presión sobre las plazas financieras del mundo e influye en el movimiento de capitales a corto plazo, a través de la tasa de descuento (Bank Rate).
El patrón oro se media en base a libras esterlinas es decir, que en épocas normales (momentos en los que el Banco de Inglaterra no eleva la Tasa de Descuento) la onza de oro se corresponde a 3,17 libras con 19 p.
Por ello, la City se convierte en la sede del mayor mercado mundial de oro. Un mercado de gran fortaleza en el que los principales vendedores son las Sociedades Mineras productoras, especialmente las que operan en África del Sur.
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Re: Londres victoriano
Voy a tener lectura (y de la buena) para este fin de semana. ¡Gracias Lizz! escribes unos post interesantísimos.
Lady Áyden Norwich- Admin
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Re: Londres victoriano
de nada . Mientras os sirvan
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Re: Londres victoriano
THE CITY (Quinta Parte)
El Banco de Inglaterra es pues el eje central del mercado monetario londinense, y mantiene una estrecha relación con el resto de los bancos ubicados en Lombard Street y Poultry Street , ya que para que estos bancos puedan disponer de divisas a diario, es necesario que intervenga el Banco de Inglaterra.
Enfrente del Banco de Inglaterra, encontramos por su parte el Stock Exchange, o bolsa de valores mobiliarios, la más importante del mundo. En un principio esta bolsa trabajaba únicamente con fondos públicos, hasta que a finales del siglo XVII se separó de la Royal Exchange, y se instala en Capel Court (dicho edificio fue reconstruido en 1854 y ampliado en 1884).
Se trata de un mercado de carácter privado y organizado como una institución completamente independiente de los poderes públicos.
A causa del crecimiento del número de valores cotizados, que en 1877 era de 1367, tuvo que ser dividida en varias secciones. La entrada al edificio está prohibida a todo aquel que no posea la autorización pertinente, autorización que controlan severamente los ujieres, denominados waiters. Esta autorización, solía ser entregada generalmente a brokers o corredores, encargados de comprar y vender acciones por cuenta de sus clientes, y a los jobbers o agiotistas, comerciantes de títulos que compran y venden por su propia cuenta. También tenían acceso al edificio los agentes y apoderados de los anteriormente mencionados.
La actividad de la bolsa y su restrictiva entrada provocó que las cafeterías cercanas se vieran repletas de jugadores que especulaban en la misma y que se dividían en Bears y Bulls, los primeros que especulaban a la baja y eran mucho más pesimistas, y los Bulls que tendían a especular al alza y eran los eternos optimistas.
En la City se dieron además un determinado número de quiebras bancarias, la última de ellas durante el año de 1866. Esta quiebra comenzó con el hundimiento de la casa Chered, Gurney & Co., que arrastró en su caída a otras entidades provocando así una quiebra en cadena en la Bolsa de Londres. Toda esta debacle podría haber provocado otro “jueves negro” similar al Estadounidense, si el Banco de Inglaterra no habría intervenido. Este organizó, de manera concertada con el resto de las entidades bancarias, una intervención solidaria para sacar del apuro a la casa en dificultades. Sin embargo esto provocó que, temporalmente, la Bolsa de Londres dejara de ser el centro de la especulación mundial.
Por otra parte, durante la segunda mitad del siglo, los capitales exportados por Gran Bretaña representaron el 40 % de todos los exportados en el mundo.
En este entorno miles de trabajadores accedían día a día, a los nuevos adelantos, las nuevas ideas, las nuevas formas de vida que se planteaban. Sin embargo, seguían manteniéndose ciertos vestigios gremiales, más allá de la ubicación de los diferentes tipos de actividad.
Esos trabajadores, al igual que en épocas anteriores, seguían atados a sus patrones, y de ellos dependían en todos lo sentidos. Puede que ahora recibieran una compensación económica por su trabajo y que, pudieran emanciparse del mismo. Vivir más allá del lugar de trabajo. Sin embargo, no todos tenían el derecho a casarse libremente, necesitaban el consentimiento del patrón quien, por lo general rechazaba la unión cuando la dote de la novia era insuficiente para asegurar el futuro del hogar y una existencia conveniente.
También podemos encontrar a los “City Men”, ya fueran individuos ricos socios de casas privadas o administradores de sociedades anónimas. Que, a diferencia de los anteriores tenían más libertad a la hora de elegir su destino. No eran grandes capitalistas, sino que por sus alianzas familiares, su status semiprofesional y sus modos de vida tendían a aproximarse a la aristocracia. Es decir que, al igual que la burguesía, querían imitar las formas de vida y costumbres de un estamento al que no pertenecían.
El Banco de Inglaterra es pues el eje central del mercado monetario londinense, y mantiene una estrecha relación con el resto de los bancos ubicados en Lombard Street y Poultry Street , ya que para que estos bancos puedan disponer de divisas a diario, es necesario que intervenga el Banco de Inglaterra.
Enfrente del Banco de Inglaterra, encontramos por su parte el Stock Exchange, o bolsa de valores mobiliarios, la más importante del mundo. En un principio esta bolsa trabajaba únicamente con fondos públicos, hasta que a finales del siglo XVII se separó de la Royal Exchange, y se instala en Capel Court (dicho edificio fue reconstruido en 1854 y ampliado en 1884).
Se trata de un mercado de carácter privado y organizado como una institución completamente independiente de los poderes públicos.
A causa del crecimiento del número de valores cotizados, que en 1877 era de 1367, tuvo que ser dividida en varias secciones. La entrada al edificio está prohibida a todo aquel que no posea la autorización pertinente, autorización que controlan severamente los ujieres, denominados waiters. Esta autorización, solía ser entregada generalmente a brokers o corredores, encargados de comprar y vender acciones por cuenta de sus clientes, y a los jobbers o agiotistas, comerciantes de títulos que compran y venden por su propia cuenta. También tenían acceso al edificio los agentes y apoderados de los anteriormente mencionados.
La actividad de la bolsa y su restrictiva entrada provocó que las cafeterías cercanas se vieran repletas de jugadores que especulaban en la misma y que se dividían en Bears y Bulls, los primeros que especulaban a la baja y eran mucho más pesimistas, y los Bulls que tendían a especular al alza y eran los eternos optimistas.
En la City se dieron además un determinado número de quiebras bancarias, la última de ellas durante el año de 1866. Esta quiebra comenzó con el hundimiento de la casa Chered, Gurney & Co., que arrastró en su caída a otras entidades provocando así una quiebra en cadena en la Bolsa de Londres. Toda esta debacle podría haber provocado otro “jueves negro” similar al Estadounidense, si el Banco de Inglaterra no habría intervenido. Este organizó, de manera concertada con el resto de las entidades bancarias, una intervención solidaria para sacar del apuro a la casa en dificultades. Sin embargo esto provocó que, temporalmente, la Bolsa de Londres dejara de ser el centro de la especulación mundial.
Por otra parte, durante la segunda mitad del siglo, los capitales exportados por Gran Bretaña representaron el 40 % de todos los exportados en el mundo.
En este entorno miles de trabajadores accedían día a día, a los nuevos adelantos, las nuevas ideas, las nuevas formas de vida que se planteaban. Sin embargo, seguían manteniéndose ciertos vestigios gremiales, más allá de la ubicación de los diferentes tipos de actividad.
Esos trabajadores, al igual que en épocas anteriores, seguían atados a sus patrones, y de ellos dependían en todos lo sentidos. Puede que ahora recibieran una compensación económica por su trabajo y que, pudieran emanciparse del mismo. Vivir más allá del lugar de trabajo. Sin embargo, no todos tenían el derecho a casarse libremente, necesitaban el consentimiento del patrón quien, por lo general rechazaba la unión cuando la dote de la novia era insuficiente para asegurar el futuro del hogar y una existencia conveniente.
También podemos encontrar a los “City Men”, ya fueran individuos ricos socios de casas privadas o administradores de sociedades anónimas. Que, a diferencia de los anteriores tenían más libertad a la hora de elegir su destino. No eran grandes capitalistas, sino que por sus alianzas familiares, su status semiprofesional y sus modos de vida tendían a aproximarse a la aristocracia. Es decir que, al igual que la burguesía, querían imitar las formas de vida y costumbres de un estamento al que no pertenecían.
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
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Dónde hallar libro sobre Londres victoriano
Estimada Elizabeth Anne Montgomery:
En repetidas ocasiones cita un libro que me está costando sangre, sudor y lágrimas encontrar. Se trata de Londres 1851-1901: la era victoriana o el triunfo de las desigualdades. Estoy interesadísima en él. Tras encargárselo a una librería local de Las Palmas de Gran Canaria (pasados casi dos meses), me comunican que está descatalogado. Mi decepción no puede ser mayor.
Me preguntaba si tendría usted la bondad de orientarme de tal forma que puede conseguir el ansiado libro, tanto da nuevo como usado.
Saludos y gracias de antemano
Miss O.
En repetidas ocasiones cita un libro que me está costando sangre, sudor y lágrimas encontrar. Se trata de Londres 1851-1901: la era victoriana o el triunfo de las desigualdades. Estoy interesadísima en él. Tras encargárselo a una librería local de Las Palmas de Gran Canaria (pasados casi dos meses), me comunican que está descatalogado. Mi decepción no puede ser mayor.
Me preguntaba si tendría usted la bondad de orientarme de tal forma que puede conseguir el ansiado libro, tanto da nuevo como usado.
Saludos y gracias de antemano
Miss O.
Miss O- Mensajes : 1
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