Saludos desde Sevilla.

Sevilla a 17 de Enero de 1840.

Muy señores míos:

Permítanme que me presente: Mi nombre es Pedro Trigos, aprendiz de sastre en Sevilla.

Llego a esta su sociedad de amigos del recreacionismo histórico a través de su animado blog del cual soy asiduo lector. No puedo más si no agradecerles sinceramente el honor que me dispensan al dejarme participar de esta su animada sociedad. Espero en la medida de mis posibilidades estar a la altura y que mi participación les resulte lo más amena posible.

Sin más, les reitero mi más sincero agradecimiento y les adelanto las gracias por su bienvenida.

Suyo afectísimo:

Pedro Trigos.

Bienvenido! Un caballero del Sur! Acomódese y anímese a participar. Seguro que disfrutará tanto como una servidora.

Sea muy bienvenido, D. José Mateos.

Es un honor tener a un comerciante de paños de Sevilla. ¡La de cosas que debe saber usted y con las que nos va a poder ilustrar!. ¿Sólo vende paños o también confecciona? ¿ha estado alguna vez en una recreación? ¿le gusta la historia? ¿el siglo XIX? Estoy segura de que su participación en Anacrónicos no sólo será muy amena y divertida sino muy educativa también.

Permítame además que le diga que me encanta su avatar. ¿Es usted? ¡El dibujar las siluetas para tener retratos de perfil fueron tan comunes en los tiempos pasados!

Un saludo y de nuevo, bienvenido.

Lady Áyden Norwich

Bien hallado, señoras.

Aquí les dejo el enlace a mi blog por si quieren saber un poco más de mí: http://elaprendizdesastre.blogspot.com.es/

Reciban un cordial saludo.

D. Pedro Trigos.

¡Muy interesante su blog, caballero! Creo que me haré asidua lectora de él.

¡Bienvenido!

Caballero,bienvenido a este pequeño lugar virtual,esperemos verle pronto en las recreacciones:-)

Se hace saber a todos los lectores que por petición expresa del caballero, Don José Mateos pasa a llamarse Don Pedro Trigos.

Bienvenido maese caballero! veo que su blog, y su buena fama le preceden! espero se sienta aquí como en su casa, y nos regale con su saber estar y sus conocimientos

Un saludo,
Elizabeth A. Montgomery