DAMAS Y BUCANEROS
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DAMAS Y BUCANEROS
Estimadas damas y... DAMAS:
Desde antes de tener el honor de compartir con tan distinguidas damas anacrónicas aquella maravillosa velada de marzo, estaba dándole vueltas a la cabeza a un artículo de don Arturo (Pérez Reverte, por más señas) que leí hace tiempo en el XL Semanal.
Por fin lo he encontrado (resulta que era del año 2001... ¡cómo pasa el tiempo) y abajo lo pego.
Para poneros en antecedentes (a las que no lo leyerais o no lo recordéis), durante un tiempo el artículo que escribía don Arturo en el XL Semanal, "Patente de Corso", tenía como página compañera el de Javier Marías, "El Rey de Redonda" (si no recuerdo mal). No es necesario decir (pero lo digo) que el estilo de los artículos de Pérez Reverte era predominantemente... el estilo de Pérez Reverte, y el estilo de Marías contrastaba con éste en educación, pulcritud y suavidad; de ahí la diferencia entre el perfil de los "seguidores" asiduos de don Arturo y el de las "seguidoras" entregadas de don Javier. Y de esta diferencia, precisamente, saca Arturo Pérez Reverte este artículo.
Por cierto (que conste), ni el más remoto parecido con el encuentro, aquella velada de marzo, entre los Voluntarios de la Guardia Salinera y las Damas Anacrónicas.
Espero que sus delicados oídos, señoras, no zumben demasiado con el vocabulario y la redacción. Ahí vamos:
Patente de corso, por Arturo Pérez-Reverte
Damas y bucaneros
La bandera negra de la calavera tiene ahora amarrado al mástil un sujetador de la talla 95.
Llevo un par de semanas partiéndome de risa. Tal vez recuerden que hace tiempo mencioné la página de internet que Corso, un amigo a quien no tengo el gusto de conocer, montó en la red sin pedirme permiso. Esa página ha crecido de forma espectacular, con treinta y tantos mil visitantes y un foro donde salteadores informáticos como el pirata Pepe y sus colegas del ciberespacio se congregaron cuando lo de El oro del rey en internet. De allí se independizó un asiduo, alias Decadix, con otra página llamada Callejón de los Piratas, especializada en rescatar viejos artículos míos. El caso es que a veces me doy una vuelta por una y otra sin decir ni pío, para cotillear. Lo más concurrido es el foro de Corso donde la gente mantiene una antigua y pintoresca relación, con habituales como Filemón, Jetulio Pencas, Balkan, Juan Gaudí, El Arponero Juan, Sorel, Haddock, Ciberpuma, Starbuck, T.S., Chimista -imposible citarlos a todos-, convertidos en respetados veteranos. Hasta hay Uno Que Dice Ser Yo. Y que por supuesto no soy yo.
El caso es que mi vecino el rey de Redonda también tiene su página, creada por una lectora fiel. Una y otra coexistían pacíficamente, con estilos parecidos a sus titulares: más bronca la del foro revertiano, con un sector marinero, otro sector pirata, un grupo de espadachines fanáticos de Dumas, Feval y Sabatini, poetas quevedianos, anarquistas que van por libre, y un par de hijos de puta que suelen ponerme a parir firmando Carabel y Mayúsculo. En cuanto a la página de mi vecino Marías, el tono resulta más pacífico, marcado sobre todo por lectoras educadas que firman Cordelia, Ofelia, Morgana, y hablan de Jane Austen, de las hermanas Bronté, de Shakespeare y de cosas así. El caso es que, el otro día, una de las chicas de Marías se dio una vuelta por el foro piratesco; y, escandalizada, dejó un mensaje comentando lo zafios que eran sus habituales.
La primera respuesta le vino de Sebas el Maño, rudo hermano de la costa del foro revertiano, que desembarcó en la isla redondina con las del turco, llenándola de mensajes donde lo más suave eran palabras como «internado de monjas» o «chochitos». Ofendidas, las Ofelias y Cordelias respondieron en la página enemiga, calificando a sus habituales de groseros y maleducados, y aconsejándoles leer a Marías para refinarse un poco. Y ahí fue Amberes. Porque el tal Sebas el Maño volvió a la carga; y también el gran Filemón -un histórico del foro, que sabe de mí más que yo mismo- tomó cartas en el asunto, choteándose de las presuntas chochitos por pretender ponerles a los piratas cortinas de cretona malva y un lazo rosa en la cola del ratón del ordenador. Y entonces, en zafarrancho general, toda la fiel chusma bucanera sin dios ni amo acudió al abordaje -¿Estamos en guerra?, preguntaba Surama desde Méjico-, invadiendo la página mariana dispuesta a saquear y a violar sin freno a las Ofelias y Morganas, cual milicianos en convento de monjas, y todo fue un rifirrafe de ataques y contraataques, llevados a cabo, eso sí, con una guasa y un ingenio desternillantes por ambas partes.
Por fin, tras la polvareda, en ambas páginas quedó un rastro de botellas de ron vacías, alguna falda rota, y la bandera negra de la calavera tiene ahora amarrado al mástil un sujetador de la talla 95. Como resumió el -o la que- usa el nick Oberon contemplando el paisaje tras la batalla, las embestidas e incursiones de las hordas piratas en el oasis cibernético del foro mariano, entre gritos y rasgar de bragas, insultos, puñetazos, mordiscos y besos, han sido dignos de figurar en los anales de argonautas y aventureros, sección expedicionarios rudos y damiselas receptivas. Con una grata conclusión: el mundo es ancho, en él cabemos todos, y nunca puede decirse con este filibustero no beberé o esta doncella no me asombrará en la cama.
Porque ahora la relación entre ambos foros es de lo más singular, con tipos duros como Haddock y Jetulio y otros frecuentando amistosamente el foro de las perras inglesas -que han descubierto las emociones y humedades propias de un asalto de los viejos tercios-, y con animalotes como Sebas el Maño poniéndose colorados y reconociendo la casta de damas como Cordelia, que ya alterna sus tés de las cinco en Oxford con visitas cargadas de morbazo al foro de los corsarios; y además ha conseguido que el rudo Sebas, convertido de tigre bucanero en tímido tigretón de crema, coma en su mano como un corderillo, mientras reconoce a regañadientes que, cagüendiela, también en el foro mariano hay tías con un par de huevos. Lo que demuestra, una vez más, que las viejas y buenas historias siguen siendo posibles en el cine y en los libros, y hasta en internet y en la más próxima realidad, porque son eso: buenas y hermosas historias. Y porque hay gente con sueños, humor e imaginación, capaz de revivirlas siempre.
698/11-03-2001
Desde antes de tener el honor de compartir con tan distinguidas damas anacrónicas aquella maravillosa velada de marzo, estaba dándole vueltas a la cabeza a un artículo de don Arturo (Pérez Reverte, por más señas) que leí hace tiempo en el XL Semanal.
Por fin lo he encontrado (resulta que era del año 2001... ¡cómo pasa el tiempo) y abajo lo pego.
Para poneros en antecedentes (a las que no lo leyerais o no lo recordéis), durante un tiempo el artículo que escribía don Arturo en el XL Semanal, "Patente de Corso", tenía como página compañera el de Javier Marías, "El Rey de Redonda" (si no recuerdo mal). No es necesario decir (pero lo digo) que el estilo de los artículos de Pérez Reverte era predominantemente... el estilo de Pérez Reverte, y el estilo de Marías contrastaba con éste en educación, pulcritud y suavidad; de ahí la diferencia entre el perfil de los "seguidores" asiduos de don Arturo y el de las "seguidoras" entregadas de don Javier. Y de esta diferencia, precisamente, saca Arturo Pérez Reverte este artículo.
Por cierto (que conste), ni el más remoto parecido con el encuentro, aquella velada de marzo, entre los Voluntarios de la Guardia Salinera y las Damas Anacrónicas.
Espero que sus delicados oídos, señoras, no zumben demasiado con el vocabulario y la redacción. Ahí vamos:
Patente de corso, por Arturo Pérez-Reverte
Damas y bucaneros
La bandera negra de la calavera tiene ahora amarrado al mástil un sujetador de la talla 95.
Llevo un par de semanas partiéndome de risa. Tal vez recuerden que hace tiempo mencioné la página de internet que Corso, un amigo a quien no tengo el gusto de conocer, montó en la red sin pedirme permiso. Esa página ha crecido de forma espectacular, con treinta y tantos mil visitantes y un foro donde salteadores informáticos como el pirata Pepe y sus colegas del ciberespacio se congregaron cuando lo de El oro del rey en internet. De allí se independizó un asiduo, alias Decadix, con otra página llamada Callejón de los Piratas, especializada en rescatar viejos artículos míos. El caso es que a veces me doy una vuelta por una y otra sin decir ni pío, para cotillear. Lo más concurrido es el foro de Corso donde la gente mantiene una antigua y pintoresca relación, con habituales como Filemón, Jetulio Pencas, Balkan, Juan Gaudí, El Arponero Juan, Sorel, Haddock, Ciberpuma, Starbuck, T.S., Chimista -imposible citarlos a todos-, convertidos en respetados veteranos. Hasta hay Uno Que Dice Ser Yo. Y que por supuesto no soy yo.
El caso es que mi vecino el rey de Redonda también tiene su página, creada por una lectora fiel. Una y otra coexistían pacíficamente, con estilos parecidos a sus titulares: más bronca la del foro revertiano, con un sector marinero, otro sector pirata, un grupo de espadachines fanáticos de Dumas, Feval y Sabatini, poetas quevedianos, anarquistas que van por libre, y un par de hijos de puta que suelen ponerme a parir firmando Carabel y Mayúsculo. En cuanto a la página de mi vecino Marías, el tono resulta más pacífico, marcado sobre todo por lectoras educadas que firman Cordelia, Ofelia, Morgana, y hablan de Jane Austen, de las hermanas Bronté, de Shakespeare y de cosas así. El caso es que, el otro día, una de las chicas de Marías se dio una vuelta por el foro piratesco; y, escandalizada, dejó un mensaje comentando lo zafios que eran sus habituales.
La primera respuesta le vino de Sebas el Maño, rudo hermano de la costa del foro revertiano, que desembarcó en la isla redondina con las del turco, llenándola de mensajes donde lo más suave eran palabras como «internado de monjas» o «chochitos». Ofendidas, las Ofelias y Cordelias respondieron en la página enemiga, calificando a sus habituales de groseros y maleducados, y aconsejándoles leer a Marías para refinarse un poco. Y ahí fue Amberes. Porque el tal Sebas el Maño volvió a la carga; y también el gran Filemón -un histórico del foro, que sabe de mí más que yo mismo- tomó cartas en el asunto, choteándose de las presuntas chochitos por pretender ponerles a los piratas cortinas de cretona malva y un lazo rosa en la cola del ratón del ordenador. Y entonces, en zafarrancho general, toda la fiel chusma bucanera sin dios ni amo acudió al abordaje -¿Estamos en guerra?, preguntaba Surama desde Méjico-, invadiendo la página mariana dispuesta a saquear y a violar sin freno a las Ofelias y Morganas, cual milicianos en convento de monjas, y todo fue un rifirrafe de ataques y contraataques, llevados a cabo, eso sí, con una guasa y un ingenio desternillantes por ambas partes.
Por fin, tras la polvareda, en ambas páginas quedó un rastro de botellas de ron vacías, alguna falda rota, y la bandera negra de la calavera tiene ahora amarrado al mástil un sujetador de la talla 95. Como resumió el -o la que- usa el nick Oberon contemplando el paisaje tras la batalla, las embestidas e incursiones de las hordas piratas en el oasis cibernético del foro mariano, entre gritos y rasgar de bragas, insultos, puñetazos, mordiscos y besos, han sido dignos de figurar en los anales de argonautas y aventureros, sección expedicionarios rudos y damiselas receptivas. Con una grata conclusión: el mundo es ancho, en él cabemos todos, y nunca puede decirse con este filibustero no beberé o esta doncella no me asombrará en la cama.
Porque ahora la relación entre ambos foros es de lo más singular, con tipos duros como Haddock y Jetulio y otros frecuentando amistosamente el foro de las perras inglesas -que han descubierto las emociones y humedades propias de un asalto de los viejos tercios-, y con animalotes como Sebas el Maño poniéndose colorados y reconociendo la casta de damas como Cordelia, que ya alterna sus tés de las cinco en Oxford con visitas cargadas de morbazo al foro de los corsarios; y además ha conseguido que el rudo Sebas, convertido de tigre bucanero en tímido tigretón de crema, coma en su mano como un corderillo, mientras reconoce a regañadientes que, cagüendiela, también en el foro mariano hay tías con un par de huevos. Lo que demuestra, una vez más, que las viejas y buenas historias siguen siendo posibles en el cine y en los libros, y hasta en internet y en la más próxima realidad, porque son eso: buenas y hermosas historias. Y porque hay gente con sueños, humor e imaginación, capaz de revivirlas siempre.
698/11-03-2001
Luis Carlos- Mensajes : 54
Fecha de inscripción : 17/01/2012
Edad : 60
Localización : San Fernando, Cádiz
Re: DAMAS Y BUCANEROS
Dios mio! parece una historia de Harlequín!!!!
Elizabeth Anne Montgomery- Admin
- Mensajes : 3514
Fecha de inscripción : 25/02/2010
Edad : 43
Localización : Más allá del frío norte...
Re: DAMAS Y BUCANEROS
Jajajaja, muy buena, Don Luis Carlos. Me he reído mucho con las letras de mi paisano que me han revivido las viejas historias de piratas, bucaneros y corsarios, los abordajes que de niños veíamos en las películas de los años '50 y que con un estilo actual y cibernético, se ha convertido en el mástil de la literatura moderna. Un Salgari de las letras españolas.
Lady Áyden Norwich- Admin
- Mensajes : 3627
Fecha de inscripción : 26/02/2010
Localización : Cruzando océanos de tiempo
Re: DAMAS Y BUCANEROS
La verdad es que cuando leí el artículo me encantó, pero ahora que lo he vuelto a leer... ¡11 años después! me ha parecido aún mejor que como lo recordaba. La serie de "Patente de Corso" dio muy buenos artículos; este es uno de ellos. Recuerdo otro en el que relataba que se le había estropeado la calefacción en casa y cómo se cruzaba con una familia de pingüinos por el pasillo... ¡desternillante!
De éste me gustan las frases finales de los dos últimos párrafos:
Con una grata conclusión: el mundo es ancho, en él cabemos todos, y nunca puede decirse con este filibustero...
y
Lo que demuestra, una vez más, que las viejas y buenas historias siguen siendo posibles en el cine y en los libros, y hasta en internet y en la más próxima realidad, porque son eso: buenas y hermosas historias. Y porque hay gente con sueños, humor e imaginación, capaz de revivirlas siempre.
De éste me gustan las frases finales de los dos últimos párrafos:
Con una grata conclusión: el mundo es ancho, en él cabemos todos, y nunca puede decirse con este filibustero...
y
Lo que demuestra, una vez más, que las viejas y buenas historias siguen siendo posibles en el cine y en los libros, y hasta en internet y en la más próxima realidad, porque son eso: buenas y hermosas historias. Y porque hay gente con sueños, humor e imaginación, capaz de revivirlas siempre.
Luis Carlos- Mensajes : 54
Fecha de inscripción : 17/01/2012
Edad : 60
Localización : San Fernando, Cádiz
Re: DAMAS Y BUCANEROS
Recuerdo el artículo. Tengo una carpeta llena de estas columnas, cortadas y guardadas con mimo, antes incluso de llamarse Patente de Corso. Me encanta cuando saca ese sentido del humor socarrón, pero más aún cuando suelta por esas frases tacos e improperios como sólo alguien que las ha pasado muy p**** sabe decir. Y cuando se pone en plan "os voy a contar una historia que ocurrió hace tiempo",eso ya es tocar el cielo...
Mis felicitaciones por haberlo rescatado, opino lo mismo, de todo cabe en este mundo...
Mis felicitaciones por haberlo rescatado, opino lo mismo, de todo cabe en este mundo...
lorena- Mensajes : 1553
Fecha de inscripción : 17/04/2011
Edad : 47
Localización : Invicta,a,heroica,buena,muy noble y muy leal, Vetusta
Re: DAMAS Y BUCANEROS
No soy muy fan de Arturo pero he de decir que este artículo me ha encantado (y lo leí dos veces)
Lucie de la Tour- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 17/05/2011
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